
Liderazgo Organizacional: No queremos héroes, queremos seres humanos. (Nuevos tiempos exigen nuevos liderazgos)
En todo emprendimiento humano surge de manera natural el liderazgo. Ya sea que se trata de organizar un viaje, una fiesta o un proyecto, o que se trata de lograr ciertas metas, siempre surgirá alguien que ejercerá un rol de guía, de facilitador, de conductor, de orientador, de organizador de recursos, en síntesis, de líder.
Por cierto que en los negocios no es diferente. Un buen liderazgo le da un norte al negocio, un PARA QUÉ a lo que se está haciendo. De la misma manera, un buen liderazgo permite darle una estructura alineada con la estrategia a los procesos y a los roles y responsabilidades dentro de un equipo de trabajo. También moviliza y orienta el desempeño de las personas, para asegurarse que se logren los resultados esperados, tanto en productividad, calidad, oportunidad, eficiencia y – no menos importante, en clima organizacional.
Nótese que hemos estado hablando de “liderazgo”, no de líderes. No es casual. Hemos venido experimentando cambios en el mundo desde hace ya más de una década, empujados fuertemente por los cambios generacionales y por el cambio climático y sus efectos, y que se han acelerado y potenciado desde las crisis sociales (no sólo en Chile se han dado) y sobre todo desde el inicio de la pandemia.
Uno de los efectos de estos cambios ha sido pasar de una cultura individualista a una donde los equipos son más protagonistas. Desde una cultura centrada en los resultados de última línea a una de valor compartido, con una mirada sistémica, donde es importante buscar equilibrios. Desde una cultura donde lo técnico es lo central a una donde la persona como ser integral está en el centro.
Para el ejercicio del liderazgo, esto tiene varias implicancias:
1. Ser líder no es un rol fijo, sino que una función situacional, ejercida por la persona que esté mejor preparada para conducir exitosamente al grupo según la tarea o el desafío que se esté enfrentando.
2. Se acaba el concepto del líder como un superhéroe, para pasar a uno donde quien ejerce el liderazgo es un ser humano, que se permite ser y mostrarse vulnerable (y por ende, humilde y abierto al aprendizaje de otros).
3. Dios nos dio dos orejas y sólo una boca, por lo que se debe escuchar el doble de lo que se habla. Esta frase atribuida a Mary Kay Ash (fundadora de los cosméticos Mary Kay) refleja la necesidad que el liderazgo se ejerza de una manera más abierta, con disposición no sólo a escuchar activamente, sino a incorporar los aportes e ideas de los colaboradores del equipo, incluso si ellas divergen de lo que era la idea original de quien está ejerciendo el liderazgo.
4. El liderazgo es un acto de servicio, lo que significa que quien lo ejerce se pone al servicio del equipo al cual está liderando, y no al revés, como era la mirada tradicional. Esto involucra empoderar, habilitar, capacitar, motivar y dotar de recursos para el desarrollo del equipo y de sus integrantes.
5. El liderazgo “empieza por casa”. Parafraseando el conocido dicho, si quiero ejercer un buen liderazgo, debo empezar por liderar mi propia vida y mi propio desarrollo. No es un acto egoísta preocuparse de la propia salud física, emocional y mental, sino que, muy por el contrario, si yo estoy sano, mi liderazgo también lo será. Así como ya no valen los “líderes superhéroes”, tampoco son válidos los “líderes mártires”.
6. El cliente NO ES PRIMERO, primero es el equipo de colaboradores. Ellos luego se encargarán – y con mucho gusto – de dar el mejor servicio y producto al cliente.
Actividades orientadas a la salud y el bienestar del equipo, así como a su desarrollo INTEGRAL (no sólo técnico), en tal sentido, no son un gasto, sino que la mejor inversión que se puede hacer. Un buen liderazgo entiende y fomenta esto.
En este contexto, centrarse en los “estilos de liderazgo”, enfocados en un líder como rol estático, es equivocar la mirada. Pongamos foco en el proceso y ejercicio de liderazgo, siguiendo estos 6 principios, permitiendo que los “estilos” se vayan adaptando a las situaciones y a las capacidades y habilidades individuales.
¿Qué tipo de líderazgo ejerces tú o se ejerce en tu empresa?
¿Qué podría hacerse para llegar a ejercer un liderazgo basado en los 6 principios que te estamos mostrando?
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