La importancia de una visión compartida: Reflexiones para la empresa y el trabajo a un poco más de 3 semanas del plebiscito de salida)

Hace 23 días comentábamos en este mismo espacio, a propósito de los resultados del plebiscito de salida sobre la propuesta de nueva constitución, que los seres humanos no modifican su comportamiento simplemente porque haya una ley que lo señale, y que la mejor manera de generar adhesión a un cambio, a un futuro irresistible, es a través de la participación efectiva e inclusiva en el diseño de ese cambio.

Adicionalmente, señalábamos que uno de los lugares para ir generando esa conversación de manera fructífera e ir poniendo en práctica los cambios de comportamiento requeridos es en el trabajo, donde tanto tiempo pasamos.

Este es un ejercicio que es importante ir construyendo día a día. Da lo mismo si ya se ha conversado y acordado una visión de la organización, de lo que se quiere lograr y de las reglas de relacionamiento con las que llegar a materializarla. Cuando cambian las circunstancias de la organización, cuando se va incorporando nueva gente y yéndose otra, cuando cambian las tecnologías, cuando se definen nuevos aspectos valorados, o cuando cambian los desafíos a abordar, estos acuerdos deben ser revisitados. Los grupos humanos son dinámicos por naturaleza, y las organizaciones son ante todo grupos humanos.

La sostenibilidad en el tiempo de cualquier grupo humano u organización no está dada por su fuerza, sino por su capacidad de adaptación y de colaboración. Es cosa de ver la especie animal más resiliente en la naturaleza, presente en prácticamente todo el planeta, independiente del clima y del entorno: la hormiga.

La co-laboración o co-operación (los guiones no son un error de digitación) supone participación en la elaboración y en la operación. Y si bien se definen roles y responsabilidades como parte de la especialización de tareas, ello no elimina la necesidad del di-álogo (no mono-logo).

La colaboración implica compartir una mirada común del futuro deseado, de lo que se desea lograr. Y eso que se desea lograr tiene como base que es beneficioso para el conjunto, no sólo para una de las partes. A eso se le llama VALOR COMPARTIDO.

¿Basta con decir que se genera una oportunidad de tener un ingreso a cambio del esfuerzo de una persona? ¿Se puede suponer que la capacidad de imaginar un futuro convocante sólo está presente en un pequeño grupo de personas? ¿Necesariamente será cierto que a las personas sólo les interesan sus propios objetivos individuales, aunque eso afecte el futuro del conjunto?

En Acorde Valor creemos firmemente en el ser humano y respondemos negativamente a estas preguntas. Existen demasiadas evidencias de la potencia de los grupos organizados en torno a una visión compartida como para pensar de otra manera.

No por nada muchas de las grandes gestas deportivas tienen su origen justamente en una visión compartida por el equipo que las realizó.

No por nada el valor de las compañías que trabajan honestamente (y no sólo por figurar en un ranking) por tener un buen clima laboral en base a una visión compartida, tienen una valoración en el mercado que está en torno a un 30% por arriba de aquellas que no la tienen.

No por nada aquellas organizaciones que tienen esa visión compartida son sistemáticamente aquellas que perduran en el tiempo.

¿Necesitamos dar más argumentos?

Vivimos en una sociedad cada vez más consciente de que no es suficiente obtener resultados, sino que es fundamental cómo se logran; donde muchos consumidores se están pronunciando contra empresas con malas prácticas; donde muchos trabajadores no llegan o dejan empresas con poca preocupación por los equilibrios entre trabajo y vida personal (“La Gran Renuncia Silenciosa” se le llama a este fenómeno, del que hablaremos durante el mes de Octubre); con cada vez mayor involucramiento en causas ecológicas; etc.

¿Consecuencia? Las personas se están empoderando. Es hora de que en las organizaciones reconozcamos esto y asumamos el cambio en la forma de relacionarse que trae aparejado. Y no como “una mala noticia”, muy por el contrario, como una gran oportunidad para generar las bases de organizaciones más humanas y sostenibles en el tiempo.

¿Es fácil hacer el cambio? ¡Por cierto que no! Y por eso es importante acompañarse de quienes tienen las herramientas y preparación requeridas para ello.

En Acorde Valor llevamos décadas trabajando en facilitar estos cambios de manera exitosa para todos. ¡Conversemos!