“I HAVE A DREAM (TENGO UN SUEÑO)”​

La semana pasada escribimos a propósito del Día internacional del Agradecimiento. Hoy se conmemora, en especial en Norteamérica, el Día de Martin Luther King.

Para quienes no saben quién es, y por qué se le recuerda, les contamos brevemente, basándonos en un texto preparado por la ONU:

Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial y adoptada la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la lucha por estas garantías cobró efervescencia en el mundo. Para las décadas de los años 50 y 60, surgió y ganó fuerza en Estados Unidos el movimiento por los derechos civiles, con el que la población negra de ese país (y con un amplio apoyo de la población blanca de los centros más poblados de ese país) buscaba una igualdad de derechos. Aunque Estados Unidos había abolido la esclavitud desde la segunda mitad del siglo XIX con la Guerra Civil, persistían la discriminación y el racismo, especialmente en el sur del país.

El líder más notable del movimiento por los derechos civiles fue Martin Luther King, ministro bautista y activista social, que luchó desde 1955 por esas garantías, usando el principio de la no violencia, hasta que fue asesinado en 1968.

Su trabajo generó gran poder de convocatoria y le permitió liderar eventos históricos como la Marcha a Washington en agosto de 1963, a la que acudieron más de 250.000 personas y cuyo efecto se reflejó en la proclamación de las leyes de los Derechos Civiles y del Derecho al Voto. En esa ocasión, Martin Luther King dio su discurso más famoso “Tengo un sueño”, que trascendió fronteras y le valió un gran reconocimiento y respeto a nivel internacional, y que le da el título a este artículo.

“Tengo un sueño, sueño que mis cuatro hijos vivan un día en una nación donde no sean juzgados por el color de su piel sino por su carácter. (…) sueño que un día en Alabama las niñas y los niños negros puedan tomarse de la mano con las niñas y los niños blancos como hermanas y hermanos”, es la parte esencial del contenido de ese discurso famoso.

Como dato adicional: un año más tarde, en 1964, Martin Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz, siendo el galardonado más joven hasta ese momento.

Más allá de los resultados logrados, lo relevante de ese movimiento, que coincidió con muchos otros en esa época y posteriormente, es que instaló dos conceptos que al día de hoy ya se comprenden y asumen de una manera diferente: la INCLUSIÓN y la aceptación de la DIVERSIDAD.

Como lo venimos diciendo en muchos de nuestros artículos, la realidad se va construyendo “de adentro hacia afuera”. Lo que pase en la sociedad no es sino el reflejo de lo que esté pasando en nuestros hogares, en nuestros barrios y – sobre todo – en nuestras organizaciones. Pasamos prácticamente todo nuestro tiempo despierto en alguno de esos 3 ambientes, llevándose la mayor parte las organizaciones (de educación primero y laborales después).

Si bien las leyes pueden contribuir a modelar comportamientos (por ejemplo, lo que pasó con el uso de cinturón de seguridad al manejar), lo central está en que las personas quieran voluntariamente adoptarlos.

Creer en algo nos lleva a actuar, y también es cierto al revés: que de tanto actuar de una cierta manera, lleguemos a creer en esa forma de comportamiento. Que haya modelos de comportamiento, un sistema de “señales” asociados, que se actúe de manera perseverante y consistente en reforzar las conductas esperadas y que se generen condiciones de entorno favorables, son todos factores que contribuyen a generar estas convicciones y, en definitiva, los comportamientos deseados.

Hoy estamos en un contexto donde hay leyes que están impulsando tímidamente un movimiento hacia la inclusión y la aceptación de la diversidad. No nos vamos a extender acá en todos los beneficios, incluso para el negocio, de aumentar la inclusión y la diversidad. Se ha escrito ya mucho al respecto.

Sólo queremos mostrarles un modelo con el que nosotros trabajamos para ir avanzando en esa dirección.

Este es nuestro sueño, y tenemos las herramientas para acompañar a las organizaciones hacia la ACEPTACIÓN e INTEGRACIÓN con el otro, sea una persona o un grupo.

Conversemos. Escríbenos a conversemos@acordevalor.com.