¿Cuál es el valor de tus colaboradores? Conoce cómo las compensaciones le pueden dar sentido a los colaboradores para vincularse con una empresa

Para mantener una fuerza laboral motivada y comprometida es necesario contar con una estrategia de compensaciones. En el siguiente artículo te contamos todo sobre ésto y la importancia de contar, no sólo con el salario/sueldo y los incentivos monetarios, sino también con beneficios tangibles e intangibles. Descubre cómo estas retribuciones refuerzan la satisfacción tanto del equipo como de las personas a nivel individual. Además, distinguiremos entre compensaciones monetarias y no monetarias, revelando su impacto en la atracción, retención y motivación de las personas, y en la construcción de una cultura empresarial sólida.

En el ámbito organizacional, el término “compensación” es fundamental en la creación de un ambiente laboral productivo y consistente, ya que considera todas las retribuciones y el ambiente  que una organización proporciona a sus colaboradores, a cambio de la labor que ellos deben cumplir en sus respectivos cargos. Desde el punto de vista del trabajador, el propósito es que este se sienta “compensado” por su contribución a la organización, con el esfuerzo que esto supone, es decir, que finalmente le merezca la pena mantenerse vinculado a la empresa.

Es por esto que es importante saber que esta noción de compensación abarca mucho más que el salario y los incentivos monetarios asignados a las personas incluyendo, además, compensaciones no monetarias. Cada uno de los componentes de la compensación tiene sus propias características y su respectiva relevancia en un cargo y en la organización.

Compensación monetaria

Se entiende por compensación monetaria todo lo que tenga relación con la retribución laboral a cambio del trabajo otorgado por el colaborador. Hablamos de sueldos y bonificaciones que se reciben en base a los puestos de trabajo correspondientes.

En este término cabe mencionar que no comprende solo el sueldo mensual y los componentes fijos garantizados (gratificación legal, asignaciones especiales, colación, movilización, entre otros)  que se recibe. La compensación monetaria incluye, también, los incentivos por logros de metas, las comisiones al equipo comercial, los bonos por productividad, entre otros, que son elementos variables.

Las organizaciones que aplican todos estos factores propician un rendimiento superior, tanto a nivel de la contribución individual de los colaboradores como del equipo, generando así un reconocimiento y un compromiso de los colaboradores lo que genera, a su vez, un crecimiento en de la organización.

Compensación no monetaria

En paralelo a la compensación monetaria, las organizaciones también reconocen la importancia de las compensaciones no monetarias en la creación de un buen ambiente laboral. En su mayoría de los casos, éstas son “intangibles”; sin embargo, son significativas para generar satisfacción y motivación en los colaboradores.

La compensación no monetaria son todos los beneficios y regalías extras que se reciben en como complemento a la compensación monetaria de la cual hablamos anteriormente. Estas incluyen, entre otros, programas de desarrollo profesional, oportunidad de capacitaciones, seguros médicos, convenios y descuentos.

En la definición de este término es importante mencionar que también diferentes organizaciones aplican los beneficios estratégicos; es ahí cuando hablamos de la flexibilidad horaria, el teletrabajo, la participación en proyectos estratégicos, la participación en Comités Ejecutivos (digitalización, desarrollo de productos, por ejemplo), los días libres,  entre otros.

Importancia de conocer y comprender ambos términos y sus diferencias 

Que los colaboradores tengan claridad de estos términos y que a su vez los encargados de la organización los den a conocer de manera clara, genera un ambiente y una instancia de confianza entre todos los miembros de la organización. La compensación efectiva no se limita a un solo punto. Si no que es una mezcla de elementos tanto monetarios como no, que se entregan como un conjunto, logrando, de esta forma enriquecer la experiencia laboral de los colaboradores.

Es por esto, que es importante abordar estos términos de manera integral y lograr el equilibrio entre la satisfacción financiera y la calidad de vida de los colaboradores, en el trabajo.

La compensación en el ámbito organizacional no habla sólo de un intercambio coyuntural de dinero y beneficios a cambio del trabajo. La compensación va evolucionando progresivamente, de manera de adaptarse a las demandas de las personas, las que apuntan crecientemente a la calidad de vida laboral y personal. Este foco constante en la compensación que han de tener la organizaciones con conciencia, nos recuerda que los colaboradores son el activo más valioso de una organización y, como tal, merecen ser recompensados de manera justa e integral por su trabajo.