¿Contratas talentos y luego les dices qué hacer? ¡Estás botando el dinero!

En el dinámico mundo empresarial actual, la contratación de personal talentoso es una tarea crucial para el éxito de cualquier organización. Sin embargo, contratar a la persona ideal para un puesto no es suficiente. Hay otros factores que influyen en el éxito del individuo para desempeñarse de la mejor manera dentro de la organización y alcanzar el máximo potencial tanto a nivel personal como a nivel organizacional.

Es esencial confiar en las habilidades y conocimientos que cada colaborador posee, brindándoles el espacio para hacer su trabajo y entregarles la oportunidad de crecer dentro de la organización.

En este artículo, exploraremos la importancia de confiar en el talento recién contratado y cómo esto puede beneficiar a la empresa en múltiples formas.

El primer paso fundamental es elaborar una descripción de cargo precisa. Esta descripción no sólo debe abarcar las responsabilidades y tareas asignadas, sino también los objetivos y metas a alcanzar. Una descripción de cargo con la información relevante facilita el proceso de selección al atraer candidatos que se ajusten a lo que se busca y también proporciona un marco de referencia claro para el desarrollo profesional continuo.

Una vez completado el proceso de reclutamiento y selección (ahora bien enfocado por la buena descripción de cargo) y tomada la decisión de contratación, inconscientemente nos creamos una expectativa de cómo la persona elegida podría ser y de cómo podría aportar al trabajo, y muchas veces dejamos de tener presente que dicha persona debe aprender no sólo de la forma en que se hacen las cosas dentro de la empresa, sino también debe empaparse de la cultura organizacional y “encajar” con cada uno de las personas que componen su equipo de trabajo (su grupo de pares).

A la vez, las personas que trabajarán con quien se acabe de incorporar deben ser conscientes de este proceso y darle la bienvenida entregándole apoyo y espacio para desempeñarse correctamente.

Sin embargo, muchas veces este proceso se pasa por alto, y asumimos que quien entra ya cuenta con todo lo necesario para cumplir su labor y nos olvidamos de ser empáticos a la hora de incluir a esta persona en las actividades diarias de la empresa. Esto no sólo ocurre a nivel de “pares” sino que también se produce una mala comunicación y gestión desde la gerencia para con el nuevo colaborador.

Cuando contratamos a alguien debemos ser conscientes de que existe un proceso de aprendizaje para ambas partes, y que es posible que se cometan errores, pero una vez superada dicha etapa, es necesario permitir que la persona trabaje de acuerdo a sus conocimientos y utilizando las herramientas que tiene disponible.

Y aquí es donde queremos abordar la importancia de “dejar a la persona hacer su trabajo”.

Para lograr que las personas se desempeñen con éxito en su puesto de trabajo es necesario dejarlas hacer lo que saben hacer, entregándoles las herramientas para que puedan trabajar de la mejor forma posible, y a su vez, abrir un espacio de comunicación para que los colaboradores sientan la confianza de preguntar, cuestionar y participar sin problemas.

No siempre serán las ideas que esperamos, no siempre el proceso será el que tenemos en mente, pero sin duda el foco principal está en cumplir el objetivo, y en el camino siempre está la posibilidad de enfrentarnos a cambios.

Como líderes, debemos estar atentos también a los intereses de nuestros colaboradores, con la disposición de observar su trabajo, aprender de él y en caso de ser necesario, corregir y enseñar una forma mejor de desarrollarlo, siempre teniendo presente los objetivos de nuestra organización.

En conclusión, confiar en el talento recién contratado y permitirles desempeñarse con sus propias habilidades y conocimientos puede ser un cambio de juego para las organizaciones.

Y no lo decimos sólo nosotros. Mira lo que dice Warren Buffett al respecto:

Delegar responsabilidades y brindarles la autonomía para que asuman desafíos fomenta una cultura de confianza y crecimiento. Sin embargo, no debemos olvidar la importancia de una descripción de cargo detallada como base para este proceso.

¿Está tu organización brindando el espacio necesario para que el talento recién contratado prospere y aporte su máximo potencial?

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